- agosto 2012 ~ AFA "Sierra Mágina"

lunes, 6 de agosto de 2012

Araclon Biotech descubre en la sangre una nueva proteína con valor diagnóstico en la enfermedad de Alzheimer.

Estudios realizados por Araclon Biotech, biotecnológica española participada mayoritariamente por Grifols, han permitido cuantificar por primera vez la proteína Aβ-17 en sangre. Los resultados muestran que se trata de la segunda proteína beta-amiloide con mayor presencia en sangre (después de la Aβ-40) y que sus niveles varían con el curso de la enfermedad de Alzheimer (EA).

Asimismo, los niveles de esta proteína observados en la sangre utilizando los kits patentados “ABtest” de Araclon sobre 64 personas han permitido diferenciar las afectadas por la enfermedad de Alzheimer de las que no la padecen. Además, junto con las proteínas Aβ-40 y Aβ-42, también han permitido identificar a aquellas personas con deterioro cognitivo leve que, con el tiempo, podrían evolucionar hacia la enfermedad de Alzheimer.

Los resultados obtenidos gracias al estudio realizado en colaboración con la Fundación ACE y que Araclon desarrolla en las instalaciones del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR-Fundación Rioja Salud) principalmente, suponen un avance importante para conseguir un diagnóstico temprano de la enfermedad de Alzheimer, ya que en la práctica clínica actual la detección se realiza en estadios avanzados de la enfermedad, cuando el proceso neurodegenerativo del paciente es manifiesto y ya se han producido daños cerebrales que puede ser irreversibles.

El descubrimiento ha sido presentado en el Alzheimer’s Association International Conference (AAIC 2012) celebrado en Vancouver (Canadá) del 14 al 19 de julio.

Araclon Biotech ha sido pionera en cuantificar la cantidad total de beta-amiloide que hay en la sangre, que es superior al que hay en el suero o en el plasma. Esta cuantificación ha permitido correlacionar los niveles sanguíneos de estas proteínas con el desarrollo de la enfermedad. Así, a las determinaciones de las proteínas beta-amiloides 40 y 42, Araclon incorpora ahora la determinación de la proteína Aβ-17.

La cuantificación del Aβ-17 en la sangre sumada a las investigaciones que Araclon Biotech está realizando en estudios clínicos sobre más de 400 personas con investigadores clínicos de Europa, suponen un paso adelante en la búsqueda de un diagnóstico temprano de la enfermedad de Alzheimer. 

Sobre los kits ABTest de Araclon




ABtest es un kit patentado desarrollado por Araclon Biotech para la detección de la EA en estadios tempranos (incluso en individuos que no presenten síntomas). También para el seguimiento de pacientes que son tratados contra la enfermedad de Alzheimer y como herramienta para mejorar el diseño de los ensayos clínicos. Se basa en la existencia de una relación entre los niveles de beta-amiloides (Pool Aβ) en sangre y el desarrollo de la EA. Así, ABtest 40 y ABtest 42 son kits que permiten detectar los péptidos beta-amiloides Aß40 y Aß42 en sangre mediante técnicas mejoradas por la compañía. A estas detecciones, ahora la compañía Araclon incorpora la determinación de la proteína Aβ-17.

Por el momento, estas pruebas sólo están disponibles para proyectos de investigación aunque Araclon está realizando nuevos estudios que permitan obtener los datos necesarios para validar los kits ABtest en el mercado sanitario como herramientas de ayuda al diagnóstico del alzhéimer y que, en un futuro próximo, puedan ser utilizadas por los profesionales médicos como prueba de apoyo para el diagnóstico de la enfermedad.

Sobre Araclon Biotech

Araclon Biotech es una compañía biotecnológica española participada mayoritariamente por Grifols (51%) dedicada a la investigación y desarrollo de terapias y métodos de diagnóstico de enfermedades degenerativas.

Fundada en 2004, este proyecto empresarial originado en la Universidad de Zaragoza, ha sido liderado en todo momento por el profesor Manuel Sarasa, actual Director Científico de Araclon Biotech.

En la actualidad, cuenta con 4 proyectos de investigación: uno en diagnóstico de alzhéimer (el mencionado kit de detección de beta-amiloide 40 y 42 en sangre patentado), otro en terapia para el alzhéimer, basado en inmunoterapia (vacunas), un proyecto emergente que intenta contestar al desafío que supondría la predicción de la enfermedad de Alzheimer en individuos totalmente asintomáticos y, por último, está desarrollando una terapia para la enfermedad de Parkinson. Asimismo, la compañía cuenta con diferentes patentes entre las que destacan una patente europea para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer y otra para el diagnóstico de la misma.

Sobre la estrategia de Grifols en la enfermedad de Alzheimer Grifols, (MCE:GRF, MCE:GRF.P y NASDAQ:GRFS) es la tercera compañía del mundo en la producción de medicamentos biológicos derivados del plasma, así como un grupo pionero en investigación y desarrollo de alternativas terapéuticas que contribuyen al desarrollo científico y al de la sociedad.

La búsqueda de soluciones que promuevan nuevas aproximaciones diagnósticas y terapéuticas para la enfermedad de Alzheimer centra, hoy por hoy, gran parte de los esfuerzos en investigación del grupo, y es una de las prioridades de su política de I+D.

De hecho, en los últimos años, Grifols ha liderado algunas de las investigaciones más innovadoras para el tratamiento de la EA y actualmente tiene en marcha un nuevo ensayo médico para el tratamiento de la EA con hemoderivados. Además, es el accionista de referencia en Araclon Biotech, tras la compra del 51% del capital a través de su filial y vehículo inversor Gri-Cel, garantizando e impulsando los proyectos de I+D de Araclon Biothech. 
Fuente: Confeafa.

viernes, 3 de agosto de 2012

Los engranajes de la memoria

No se puede vivir sin olvidar: esta fórmula, que muchos aplicarían al amor o al desamor, al rencor o al duelo, vale materialmente para una estructura cerebral llamada hipocampo, según descubrió una investigación de científicos argentinos publicada en la revista científica Cognition. El hipocampo es una estructura cerebral responsable de la memoria reciente, y es uno de los pocos lugares del cerebro donde, durante la vida adulta, se siguen generando nuevas neuronas. El estudio –efectuado mediante un modelo computacional que los mismos investigadores desarrollaron hace unos años– indica que la aparición de estas neuronas nuevas es necesaria para que la persona pueda recordar hechos recientes, pero, al mismo tiempo, conduce a que los recuerdos antiguos se tornen más difíciles de rememorar. Pero no es que los recuerdos se pierdan: se transfieren, desde el hipocampo, a otros sectores cerebrales. Las personas con la enfermedad de Alzheimer no tienen problemas con los recuerdos antiguos, pero sí para “enfrentarse con la novedad”, lo cual sugiere que en ellas podría tener especial importancia la pérdida de la capacidad de generar nuevas células en el hipocampo. También las personas con depresión podrían tener, aunque de otro modo, afectada su capacidad para generar esas neuronas de la novedad.
El trabajo se llama “El olvido, en términos neurocomputacionales: la neurogénesis interfiere con la recuperación de recuerdos remotos”; fue realizado por Pablo Argibay y Victoria Weisz –del Instituto de Ciencias Básicas y Medicina Experimental del Hospital Italiano de Buenos Aires– y se publica en el último número de la revista científica Cognition: “En contraste con los modelos y teorías que relacionan la neurogénesis adulta con los procesos de aprendizaje y memoria, casi no se han formulado hipótesis sólidas sobre la influencia de la neurogénesis adulta en el olvido”, señala el artículo. Su aporte consiste en discernir “una distorsión de la memoria remota, causada por el nacimiento y crecimiento de nuevas células en el hipocampo: la activación de nuevas neuronas conduce a un empobrecimiento en la recuperación de los antiguos recuerdos en el hipocampo”; esos recuerdos “son transferidos al neocórtex (otro sector del cerebro) para su almacenamiento a largo plazo”.
Para llegar a estos resultados, los investigadores no cortaron cerebros ni pusieron ratitas en laberintos, sino que prendieron la computadora: Argibay y Weisz utilizaron un modelo matemático, que ellos mismos habían desarrollado y publicado en 2009 y que a su vez incorpora los resultados de las distintas investigaciones sobre el tema. “El hipocampo es muy importante para la memoria espacial –señaló Argibay a Página/12–: a los animales les permite ubicar los nidos, los lugares de caza o de peligro. En seres humanos, una investigación con resonancia magnética sobre taxistas londinenses, que por su trabajo habían desarrollado una gran memoria sobre calles bloqueadas y otros cambios cotidianos en la ciudad, mostró en ellos un gran desarrollo de la zona del hipocampo.”
–Quiere decir que el hipocampo se modifica según la experiencia...
–Sí. Y, como se trata de un aumento de volumen, es probable que se deba a la aparición de nuevas neuronas. El hipocampo interviene también en la “memoria episódica”: yo converso hoy con usted y al mismo tiempo tomo café, miro distraídamente ese cuadro; mañana cualquiera de estos elementos, por ejemplo una taza de café, traerá a mi memoria el conjunto de esta conversación, de este episodio. Las ratas, por ejemplo, tienen en el hipocampo neuronas específicas que se activan cuando el animal vuelve a pasar por un lugar donde estuvo recientemente.
Eso, en cuanto al hipocampo y la memoria, pero ¿el olvido? “En nuestro modelo del hipocampo, cuando se intenta recuperar, digamos, el recuerdo número uno de una serie de 300, la memoria falla; ahora, si se suprime la generación de nuevas neuronas, la recuperación de recuerdos antiguos mejora –observó Argibay–. Pero hemos visto que la neurogénesis en el hipocampo es necesaria para que el cerebro pueda hacer frente a las novedades.” Entonces, ¿cómo hacemos para no perder los recuerdos a medida que se crean nuevas neuronas en el hipocampo? “Los recuerdos antiguos pasan desde el hipocampo a otras zonas del cerebro, donde se guardan de manera más o menos permanente”, explicó Argibay.
“En personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer, o en otras a las que el hipocampo tuvo que serles extirpado, la recuperación de los recuerdos antiguos se mantiene, pero hay trastornos en la memoria reciente; no pueden ubicarse en su casa, saber con quién conversan, manejar la novedad. Esto obedece a una degeneración masiva del cerebro, donde, entre otras cosas, se pierde la capacidad de generar nuevas neuronas en el hipocampo –agregó Argibay–. En las personas con depresión también podría haber problemas con la neurogénesis: muchas veces la mejoría va acompañada de un aumento en el volumen del hipocampo, y se sabe que los antidepresivos estimulan la generación de nuevas neuronas en el hipocampo.”
Fuente: pagina2.com.ar